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El acuerdo de salida del Brexit trajo llargas discusiones en el Reino Unido.
LARGA NEGOCIACIÓN

Votación clave en el Reino Unido por el acuerdo Brexit

La Unión Europea y la primera ministra británica, Theresa May, prometieron un divorcio lo más consensuado posible para intentar convencer a los conservadores.

El Parlamento de Reino Unido votará hoy el acuerdo que reglamentará la salida del país de la Unión Europea (UE) y tanto Bruselas como la primera ministra británica, Theresa May, prometieron un divorcio lo más consensuado posible para intentar convencer a los conservadores y aliados que rechazan el plan del gobierno.
Uno de los puntos más sensibles del acuerdo es el futuro de la frontera entre la región autónoma de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, ya que si no se llega a un acuerdo definitivo sobre ese límite a finales de 2020, cuando termina el período de transición post Brexit, se activará una salvaguarda, que sólo podrá ser levantada con acuerdo de Bruselas y Londres. 
Este mecanismo de apoyo establece "un territorio aduanero único entre la Unión (Europea) y Reino Unido", lo que significa que Irlanda del Norte mantendría un vínculo aduanero y legal más profundo con la UE que el resto de Reino Unido.
También significa que, mientras se mantenga la salvaguarda, todo Reino Unido no podrá firmar ningún tratado comercial bilateral con terceros países que suponga reducir o eliminar tarifas aduaneras a bienes.
El corazón del argumento a favor del Brexit es que el país recuperaría la capacidad de firmar acuerdos comerciales bilaterales con cualquier país del mundo sin las ataduras de la UE. 
"Sé que algunos diputados querrían, idealmente, una salida unilateral del mecanismo (para Irlanda del Norte)", aseguró la premier en la Cámara baja y rápidamente aclaró que la UE "no aceptaría algo así".
"Ellos temen que una disposición como esa permitiera que Reino Unido abandonara la salvaguarda en cualquier momento, sin establecer ninguna otra medida para evitar una frontera dura entre Irlanda del Norte e Irlanda", concluyó.
Poco antes, los dos máximos líderes de la UE, los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk, y la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, habían enviado una carta pública a la premier británica para respaldar su postura.
"La Comisión puede confirmar que, al igual que el Reino Unido, la UE no desea que el plan de salvaguardia entre en vigor", aclararon los dos dirigentes europeos a solo dos meses y medio del plazo máximo para iniciar la salida de Londres del bloque. 
El acuerdo que May negoció con la UE para abandonar el bloque debía ser votado en diciembre pasado por el Parlamento británico; sin embargo, ante la perspectiva segura de que perdería el voto por falta de apoyo de sus propios diputados y aliados, la premier retrasó la sesión hasta mañana martes. 
Desde entonces, se reunió con las máximas autoridades de la UE y sus principales socios del continente para intentar conseguir más garantías, como le pedían desde su bancada.
Para el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, las promesas lanzadas hoy por la UE "no representan garantías legales", sino "calurosas palabras y aspiraciones", y, por eso, volvió a llamar a rechazar el acuerdo.

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