El amor vence al cierre del gobierno federal de EE.UU.
Una medida de la alcaldesa de la capital permite que las bodas allí celebradas sean válidas pese a la parálisis administrativa.
No parece haber mucho amor en el aire en Washington en estos días, ya que un largo y amargo cierre administrativo del gobierno se prolonga sin un final a la vista.
Pero las parejas cuyos planes de matrimonio se vieron frustrados por el “shutdown” (como se conoce al cierre del gobierno federal) encontraron alivio, gracias a la acción de la alcaldesa Muriel Bowser y el concejo municipal.
La Oficina de Matrimonios de la ciudad, que depende del sistema de tribunales financiado con fondos federales de la capital de Estados Unidos, había sido considerada “no esencial” y cerrada como parte del espinoso enfrentamiento presupuestario entre el presidente Donald Trump y los demócratas del Congreso por los fondos para el muro fronterizo con México.
Pero el viernes último, Bowser firmó una medida de emergencia que autoriza a los funcionarios de la ciudad a validar los matrimonios en ausencia de la Oficina de Matrimonios, que se cerró cuando comenzó la parálisis presupuestaria el 22 de diciembre.
“Pueden cerrar el gobierno de los Estados Unidos, pero no pueden cerrar el amor en el Distrito de Columbia”, dijo el miembro del Concejo Municipal Brandon Todd cuando presentó la medida.
Titulada Enmienda de emergencia “Deje que nuestros votos perduren”, o ley LOVE (por sus iniciales en inglés), es válida por 90 días y evitará que futuras novias, como Claire O’Rourke, se encuentren en situaciones kafkianas.
“En la práctica, no podríamos firmar todos los certificados legales durante el cierre sin tener una licencia de matrimonio”, comentó O’Rourke, una residente de Washington que se estaba preparando para casarse con su prometido Sam Bockenhauer. “Así que íbamos a tener una fiesta maravillosa, por supuesto, pero no podríamos casarnos legalmente en Washington DC hasta que obtuviéramos nuestra licencia de matrimonio”, explicó. Algunas parejas, como Dan Pollock y Danielle Geanacopoulos, no perdieron el tiempo. Se habían presentado a la Oficina de Matrimonios el 27 de diciembre, solo dos días antes de la fecha prevista para su ceremonia de bodas, para descubrir que estaba cerrada.
“Cuando nos dimos cuenta que no podíamos obtener una licencia, nos estábamos quedando sin tiempo antes de que amigos y familiares vinieran a Washington para celebrar con nosotros”, dijo Geanacopoulos.
“Así que nos enfocamos en lo realmente importante, celebrar, y decidimos resolver el resto más tarde”.
Para Caitlin Walters, quien planea casarse con Kirk Kasa el 2 de febrero en el campus de la Universidad Católica en Washington, el cierre fue simplemente “un pequeño reductor de velocidad en la autopista”.
“Obviamente sabíamos sobre el cierre, pero no sabíamos que afectaría directamente nuestra posibilidad para casarnos legalmente en DC”, dijo Walters, residente de Nueva York.
Caos para organizadores
Pero si bien algunos se tomaron el cierre con calma, el mismo trajo “caos” a los que están en el negocio de las bodas. “Es mucho caos, mucha incertidumbre”, aseguró Rachel Rice, una organizadora de bodas que recientemente tuvo que cambiar una ceremonia de Washington a la cercana Virginia.