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Theresa May.
SALIDA DE LA UNIÓN EUROPEA

Crece la tensión en el Parlamento británico por la votación del Brexit

La primera ministra británica, Theresa May, inauguró ayer el debate en el Parlamento que definirá cómo será la salida de la Unión Europea (UE) con una lluvia de críticas y con un nuevo revés político: una mayoría le impuso que, si no hay acuerdo de Brexit, el gobierno tenga que presentar un plan b en un máximo de tres días. 
May presentó un nuevo texto que establece los términos en los que el Reino Unido abandonará la UE el 29 de marzo próximo, aunque la posición aseguró que el acuerdo "no cambia ni una coma" del que había presentado en diciembre pasado y que tuvo que retirar antes de la votación porque sabía que se dirigía a una derrota segura. 
Ahora, el Parlamento tiene cinco días para debatir el texto y votarlo el próximo martes. Si no se aprueba, May tendrá que presentar un plan alternativo antes del viernes de esa semana. 
Hoy, sin embargo, la primera ministra insistió en que su acuerdo, que tiene pocas chances de ser aprobado, no solo es el único disponible sino que además es la única posibilidad de frenar una salida desordenada "sin acuerdo" en sólo 10 semanas.
"La única forma de evitar un no acuerdo es votar por el acuerdo", afirmó May.
En diciembre pasado, la primera ministra postergó la votación del pacto en la Cámara de los Comunes debido a que la mayoría de los legisladores, tanto propios como ajenos, expresaron su rechazo. 
El texto, en el que sobresale la pluma de Bruselas, no convence a nadie en el Reino Unido: ni euroescépticos ni proeuropeos están conformes.

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