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INTERNACIONAL

EE. UU. y México cambian las normas para pedir asilo

Miles de personas que se dirigen o están ya en la frontera entre México y Estados Unidos van a ver cambiar las reglas del juego. El gobierno de Donald Trump anunció que los solicitantes de asilo no podrán quedarse en el país mientras se revisa su caso. Esperarán en México. Se trata de un cambio fundamental en la práctica de la frontera, directamente relacionado con la presencia de miles de inmigrantes en Tijuana que llevan semanas esperando para poner el pie al otro lado de la garita y pedir asilo en EE. UU. Washington asegura que México está de acuerdo con esta decisión y va a colaborar para ponerla en marcha. La Secretaría de Exteriores de México confirmó las líneas generales del anuncio.
Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, calificó la decisión de “histórica” y en buena medida es un cambio de reglas de juego definitivo en la frontera. Hasta ahora, cuando alguien se presenta en un puesto fronterizo de Estados Unidos o es detenido tras cruzar irregularmente, pasa a un centro de internamiento donde hay una primera revisión de su caso. La Policía determina si la situación de vulnerabilidad es creíble. Si lo es, esa persona acaba quedando en libertad, monitorizada o no, con una orden de presentarse en el juzgado.
Trump llama a esto “atrapar y soltar” y lo considera el principal incentivo que impulsa a los inmigrantes a arriesgarse en el viaje a EE.UU. Asimismo, dice que la frontera sur es caótica y que los inmigrantes son delincuentes. El presidente ha incrementado la agresividad de su retórica contra la inmigración irregular centroamericana a raíz de las recientes caravanas de migrantes que han recibido gran atención mediática. 
Se calcula que más de 200.000 inmigrantes atraviesan México cada año tratando de llegar a la frontera de Estados Unidos. La Policía de fronteras de ese país detuvo a casi 400.000 personas el año pasado. Sólo en los últimos dos meses, ha detenido a más de 100.000.
El gobierno de México calcula que hay 9.000 inmigrantes varados en la frontera esperando su turno para pedir asilo en EE. UU. El proceso para hacerlo ha sido ralentizado deliberadamente por el gobierno de Trump y ciudades como Tijuana están viendo un aumento en la población de paso que ha desbordado sus servicios públicos.

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