El presidente electo brasileño, Jair Bolsonaro, sorprendió a bañistas, la prensa y vecinos del barrio carioca de Barra de Tijuca donde vive para ir a la playa a asistir a una presentación de pilotos acrobáticos ex militares en su honor.
Acompañado por una pequeña pero firme escolta de policías federales, el líder ultraderechista se trasladó dentro de unas camionetas hasta el Posto 4 de Barra, a poca distancia de su residencia en un barrio cerrado. Allí, subió hasta el mirador de los guardavidas mientras era saludado por transeúntes, locales y turistas; algunos apasionados simpatizantes lo aclamaban (“¡BolsoMito!”) y le agradecían (“¡Obrigado, presidente”).
Un bañista improvisó un breve concierto de trompeta. Luego, cuatro aviones sobrevolaron a baja altura la playa en su honor, pero sin acrobacias.
Se explicó después, fue un homenaje del Club Céu, y que los pilotos son coroneles y brigadieres de reserva de la fuerza aérea. Bolsonaro, un ex capitán de paracaídas del ejército, es el primer militar en 73 años en ser elegido democráticamente para asumir el poder; el último había sido Eurico Gaspar Dutra, en 1945, y antes de él sólo había otro caso, el de Hermes de Fonseca, en 1910.
Poco antes, a través de sus redes sociales, Bolsonaro había confirmado como futuro ministro de Ciencia y Tecnología al teniente coronel Marcos Pontes, de la fuerza aérea, el astronauta brasileño -y sudamericano- que fue al espacio, en 2006.
A misa para agradecer
A dos días de conocerse que sería el nuevo presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, que venció al petista Fernando Haddad en el balotaje, asistió a la iglesia evangélica de Dios Victoria en Cristo, del pastor Silas Malafaia, en la zona de Río de Janeiro.
Allí, el futuro mandatario, ex capitán del Ejército, habló ante un templo lleno, dijo ser “una persona comprometida con los valores de la familia cristiana”, agradeció no haber muerto en el atentado con cuchillo del 6 de septiembre.
“Primero, quiero agradecer a Dios por estar vivo, por las manos de profesionales de la salud. En San Pablo, Dios operó un milagro. Después, quiero agradecer a Dios por esta misión, porque Brasil está en una situación un tanto complicada. Crisis ética, moral y económica. Yo estoy seguro de que no soy el más capacitado, pero Dios capacita a los elegidos”, declaró ante sus seguidores, que lo ovacionaron de pie.
A su lado siempre estuvo el pastor Silas Malafaia, que rezó por el nuevo jefe de Gobierno y criticó a Lula y su partido. Asimismo, el pastor dijo que Bolsonaro no busca hacer el bien sólo para los evangélicos. “Estamos votando a alguien para cambiar la historia de nuestra nación”, aseguró.
Los cristianos evangélicos, el 29% de la población brasileña, fueron claves en las elecciones, en tanto le brindaron masivamente su apoyo.
Bolsonaro asumirá como 38º presidente de Brasil el 1° de enero de 2019. Ya se conocen algunos nombres del futuro gabinete del ex militar, quien, entre otras medidas, aseguró que durante sus primeros días en el Palacio del Planalto recortará de 29 a 15 el número de ministerios, en el marco de un plan de reducción de gastos del Estado.
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