La líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, quien cumple desde este miércoles una detención preliminar de 10 días, pasa su primera noche recluida en un ambiente de la Prefectura de Lima, en el centro de la capital. La cabeza del fujimorismo fue intervenida temprano en una sede del Ministerio Público por el supuesto aporte ilegal de 1,2 millones de dólares de la constructora brasileña Odebrecht a su campaña electoral en 2011.
Tras su detención, Keiko Fujimori fue llevada a medicina legal y luego a la Prefectura, ubicada en la avenida España. Más tarde la trasladaron a la sede de la Sala Penal Nacional para pasar el control de identidad, y terminada esa diligencia fue devuelta a la dependencia del Ministerio del Interior.
Hasta la Prefectura llegaron desde temprano simpatizantes fujimoristas, quienes con carteles y la arenga “Keiko no estás sola”, protestaban contra la detención de su líder.
También llegaron grupos antifujimoristas, y los policías desplegados frente a la puerta de la sede de la Región Policial de Lima tuvieron que separar a ambos grupos antes de que llegaran a golpearse. Los fujimoristas consideraron una provocación que los antifujimoristas acudieran al mismo lugar al grito de “asesinos, asesinos” para apoyar la detención de Fujimori, por lo que reaccionaron con insultos y les llamaron terroristas.
Los fujimoristas permanecen en el lugar, y desde el anochecer del miércoles prendieron velas en señal de vigilia. Las congresistas de Fuerza Popular, Luz Salgado y Alejandra Armayo llegaron a la sede de la Prefectura pasada las 9:00 p.m. y visitaron a Keiko Fujimori.
PERÚ
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