La guerra que comenzó en 1950 fue la que los separó. La violencia desatada por aquel entonces en la península coreana fue la que los alejó, por años, por décadas. Hoy, a 68 del comienzo del conflicto bélico, unas 90 familias de las dos Coreas se reunieron en Corea del Norte, en medio de una emoción desmedida que incluyó lágrimas, abrazos y besos.
Tras la histórica reunión en abril entre el líder del régimen de Pyongyang, Kim Jong-un, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, ambos mandatarios acordaron avanzar hacia la paz definitiva de la región y permitir encuentros entre madres, padres, hijos e hijas separados décadas atrás, entre otras cuestiones.
Por eso unos 330 surcoreanos de 89 familias, muchos de ellos en sillas de ruedas, se vieron cara a cara con 185 parientes de Corea del Norte y se abrazaron entre lágrimas, alegría e incredulidad: de hecho, algunos tenían dificultades para reconocer a seres queridos que no habían visto en más de 60 años.
Las reuniones durarán en total 11 horas a lo largo de los próximos tres días en el complejo turístico de Mount Kumgang después de que ambos países reiniciaran los intercambios tras una crisis por los programas nucleares y de misiles de Corea del Norte. Muchos de los surcoreanos que participan en la iniciativa son refugiados de guerra nacidos en Corea del Norte que verán a sus hermanos pequeños o a sus sobrinos, muchos de los cuales rondan los 70 años.
TRAS 68 AÑOS
COMENTARIOS