El Partido de los Trabajadores (PT) desafió a un "sistema podrido" al lanzar ayer sábado la candidatura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva a las elecciones de octubre en Brasil y prometió sacar a su líder histórico de la cárcel, donde purga una pena de 12 años por corrupción.
El propio Lula, detenido en Curitiba (sur), mandó una carta a la convención del PT en Sao Paulo, en la que advirtió: "Hoy la democracia está amenazada. Tenemos una elección con las cartas marcadas que excluye a quien encabeza los sondeos. Quieren inventar una democracia sin pueblo", en un claro lanzamiento de su postulación.
La candidatura de Lula "es la acción de máxima confrontación con este sistema podrido", proclamó la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, después de que unos 2.000 delegados aprobaran a mano alzada la designación de su líder histórico, favorito en los sondeos con cerca de 30% de las intenciones de voto pese a su complicada situación judicial. "¡Vamos a seguir nuestra marcha, vamos a sacar a Lula de la cárcel!", prometió la senadora.
Lula, detenido desde abril, fue condenado como beneficiario de un apartamento en el litoral paulista ofrecido por la constructora OAS a cambio de facilidades para obtener contratos en Petrobras.
Un tribunal de apelaciones confirmó su culpabilidad, lo cual debería inhabilitarlo para competir en una elección, en virtud de la "Ley de Ficha Limpia" promulgada por él mismo en el último año de su mandato.
Encuestas
En Brasil la votación es obligatoria, pero dos encuestas recientes muestran que de un 33% a un 41% de los electores están tentados por la abstención. Si Lula es candidato, el porcentaje disminuye, pero sigue abarcando a casi un cuarto del padrón.
En todo caso, todo parece indicar que, por octava vez consecutiva, Lula será una figura clave en la carrera presidencial de Brasil.
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