China y la Unión Europea (UE) acordaron este lunes defender el sistema multilateral de comercio y rechazaron las medidas unilaterales impuestas por Estados Unidos, en un contexto en el que los enviados de Bruselas pidieron evitar "guerras comerciales".
Los líderes chinos y europeos reunidos en una cumbre en Beijing insistieron en su objetivo de reformar la Organización Mundial del Comercio (OMC) para mejorar el sistema multilateral y evitar medidas proteccionistas.
China prometió, además, que continuará el proceso de apertura de su economía a inversiones y exportaciones europeas, según aseguró el primer ministro, Li Keqiang, en una rueda de prensa.
"China aumentará de forma significativa el acceso a sus mercados y reducirá los aranceles" a los productos necesarios a sus consumidores y sus empresas, explicó Li.
Además, Beijing y Bruselas intercambiaron nuevas ofertas en las negociaciones para un tratado bilateral de inversiones que mantienen desde hace cuatro años y que han entrado en una "nueva fase", en palabras del primer ministro chino.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, consideró que en este aspecto la cumbre ha logrado buenos progresos y subrayó el convencimiento de la Unión Europea de que el gigante asiático debe mejorar aún más las oportunidades que ofrece a las firmas extranjeras.
"Pensamos que China se puede abrir aún más", afirmó Juncker.
La vigésima cumbre anual China-UE está marcada por cuestiones comerciales, tanto en el ámbito bilateral como global, especialmente tras los nuevos aranceles impuestos a China por el presidente estadounidense, Donald Trump.
Al respecto, Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, se dirigió a las otras potencias mundiales en un llamado a evitar "guerras comerciales". "Es un deber común para Europa y China, pero también para Estados Unidos y Rusia, no destruir este orden mundial, sino mejorarlo, y no iniciar guerras comerciales que tan a menudo desembocaron en conflictos abiertos en nuestra historia", alertó Tusk, a horas de que se concrete el encuentro entre Trump y Vladimir Putin en Helsinki.
Los roces entre China y Estados Unidos aumentaron la semana pasada cuando la administración Trump anunció que extenderá la suba de aranceles a las importaciones de Beijing.
La lista de productos afectados con un arancel de un 10 por ciento llega a las 196 páginas y, en caso de ratificarse la medida, se verían gravados en total la mitad de los bienes importados desde China. La nueva disposición implica impuestos por valor de 200.000 millones de dólares, entre alimentos, químicos, textiles, metales, aparatos electrónicos y otros.
Rápidamente, el gobierno chino respondió que, si esa medida entrara en vigor, respondería con aranceles por una suma similar.
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