Arrancó ayer la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (Otan) en Bruselas, y Estados Unidos no sabe bien de qué lado está. El presidente Donald Trump dijo este martes que tal como está el panorama parecería más fácil en estos momentos charlar con Vladimir Putin, su par de Rusia, que con los mandatarios de los otros países miembro de la alianza militar transatlántica.
Es que Trump llega a la reunión en medio de la decisión de aumentar aranceles a determinados productos de Europa y de los reclamos porque ningún país destina tanto dinero a la defensa militar como el suyo. Al respecto, tuiteó ayer: “Estados Unidos está gastando muchas veces más que cualquier otro país, para protegerlos a ellos. Eso no es justo para los contribuyentes estadounidenses. Además, perdemos 151.000 millones de dólares en el comercio con la Unión Europea. ¡Nos cargan con grandes aranceles (y barreras)!”.
Ya en Bruselas, dijo que Alemania está “totalmente bajo control de Rusia” debido al acuerdo que firmó con ese país para la construcción del gasoducto Nord Stream 2, que conectará Rusia con Alemania a través del mar Báltico. “Alemania está prisionera de Rusia porque recibe mucha de su energía. Ellos pagan miles de millones de dólares a Rusia y tenemos que defenderlos contra Rusia”, insistió en un encuentro bilateral con el secretario general de la Otan, Jens Stoltenberg.
“Yo misma experimenté cómo una parte de Alemania estaba ocupada por la Urss. Estoy muy contenta de que hoy estemos unidos en libertad como República Federal de Alemania y que, por lo tanto, también podamos (...) tomar decisiones independientes”, dijo Merkel al llegar a Bruselas.
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