La rebaja de impuestos, la solidez del mercado laboral, unas condiciones financieras benignas y un clima externo favorable permitirán que la economía de Estados Unidos crezca a un ritmo del 2,9% este año y que se mantenga en el 2,7% el próximo. Es la proyección que recoge el Fondo Monetario Internacional en su revisión anual de la mayor potencia del planeta. Sin embargo, el organismo que dirige Christine Lagarde advierte que las vulnerabilidades generadas por las políticas de Donald Trump empiezan a amontonarse y que eso eleva los riesgos para la economía.
“EE. UU. marcará el próximo año la más larga expansión en los registros”, explica Lagarde. La reforma fiscal dará un impulso a la economía, principalmente por la respuesta de las corporaciones a la rebaja de impuestos en la forma de nuevas inversiones. “Las perspectivas a corto plazo son robustas”, reitera. Pero es algo que aún tiene que materializarse y anticipa que ese estímulo se irá desvaneciendo con el paso del tiempo, lo que provocará que el ritmo de crecimiento baje al 1,9% en 2020 y al 1,4% en 2023.
El análisis del organismo se conoce un día después de que la Reserva Federal subiera los tipos de interés. El banco central estadounidense es más optimista, y el impulso de la reforma fiscal le llevará a realizar dos incrementos más este año para evitar que se recaliente la economía. Un encarecimiento del precio del dinero más rápido de lo esperado tendrá efectos en los países emergentes con deuda acumulada en dólares, según apunta el FMI.
La economía de EE. UU. estaría ya muy cerca de su potencial y su mercado laboral se encuentra en una situación de pleno empleo con la tasa de paro en el 3,8%. Los salarios repuntan, pero el aumento sigue siendo débil cuando se compara con anteriores procesos de recuperación económica. La inflación subirá, aunque pronostica que se colocará “modestamente” por encima del objetivo del 2%, si bien los estímulos suponen un riesgo.
El FMI cita también el nuevo acuerdo de gasto pactado en febrero como otro factor que impulsa el crecimiento. Combinado con la rebaja de impuestos, suman cerca de un punto porcentual a las proyecciones de crecimiento durante los próximos dos años. Pero también provocará un incremento del déficit público al 5% del PIB en cinco años y, como consecuencia, llevará la deuda pública al 82,5% del PIB. Este es un doble riesgo para la economía.
Christine Lagarde dijo en rueda de prensa que coincide con el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en que las perspectivas a corto plazo son muy buenas.
ADVERTENCIA DEL FMI
Las políticas de Trump elevan los riesgos para la economía
El organismo señaló la escalada del déficit y la política comercial como las principales vulnerabilidades para el crecimiento.
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