El principal sindicato al frente de la huelga de camioneros que colapsó a Brasil pidió a sus adherentes levantar los bloqueos de rutas que iniciaron hace cinco días, después de que el gobierno subiera el tono y ordenara la movilización de tropas para poner fin al movimiento.
El presidente Michel Temer ordenó a la policía y al ejército actuar contra los camioneros que ignoraron un acuerdo firmado el jueves para suspender los bloqueos, que están causando desabastecimiento de alimentos y combustible en el gigante sudamericano.
“Muchos camioneros están haciendo su parte, pero desafortunadamente una minoría radical ha bloqueado rutas impidiendo que muchos camioneros lleven adelante su deseo de atender a la población”, dijo Temer en una breve alocución desde el Palacio de Planalto en Brasilia.
Áreas críticas
El Ejército, la Marina y la Aeronáutica desplegarán una acción “rápida, integrada y enérgica” y buscará ante todo liberar la circulación en áreas “críticas” como refinerías, puertos y aeropuertos, precisó posteriormente el ministro de Defensa, general Joaquim Silva e Luna.
Ante la amenaza gubernamental, uno de los principales sindicatos que había rechazado el acuerdo con el gobierno, la Asociación Brasileña de Camioneros (Abcam), pidió levantar los bloqueos “por razones de seguridad”, aunque sin cesar las protestas.
“Ya le hemos demostrado nuestra fuerza al gobierno, que nos trató de minoría. Conseguimos parar 25 estados brasileños con más de 504 bloqueos”, afirmó en un comunicado esa entidad, que reivindica la adhesión de 700.000 camioneros autónomos.
El ministro de Seguridad Pública, Raúl Jungmann, aseguró en una rueda de prensa posterior que ya habían cesado un 45% de los bloqueos, pero reconoció que aún restaban más de 500 a lo largo del país, los mismos que reivindica la Abcam.
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