El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, afirmó ayer que el incendio que causó la muerte de doce personas, cuatro de ellas menores, pudo deberse a un accidente por una estufa de cocina con la que estaba jugando un niño. El fuego se desató rápidamente en un edificio de cinco plantas del distrito de El Bronx, con fuerte presencia de la comunidad latina. Los bomberos llegaron al lugar tres minutos después de recibir el primer aviso. En declaraciones a la emisora Wnyc, De Blasio confirmó que además de los doce muertos todavía hay cuatro personas más que “están luchando por su vida” en el hospital, y apuntó por primera vez la posible causa del siniestro. “Lo que creemos ahora es que, desafortunadamente, fue causado por un accidente de un niño jugando con una estufa de cocina” en la plata baja del edificio, afirmó De Blasio. “Es la peor de las circunstancias”, agregó el alcalde al recordar que las llamas subieron rápidamente a los otros pisos.
Las autoridades de Nueva York consideran este incendio como el más trágico en un cuarto de siglo. El edificio tenía más de cien años y, al parecer, no había pasado algunos controles de seguridad en los sistemas de detección de incendios, aunque De Blasio dijo que, de momento, no hay nada que confirme esa posibilidad. “Lo que hemos visto de momento es que no había nada problemático”, insistió el alcalde, aunque explicó que hay una investigación abierta en ese sentido. Medios locales indicaron que entre las víctimas mortales hay cuatro menores, entre ellos, tres niñas de 1, 2 y 7 años. Vecinos del lugar identificaron a dos de las menores como Kylie y Kelesha Francis, según informó la cadena NBC, además de su madre, Karen. Además de este caso, el cuerpo de bomberos informó de otro fuego que afectó a primera hora de ayer a un edificio del distrito de Brooklyn, con un saldo provisional de dos muertos.
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