Las protestas contra Trump llegan al Líbano y no ceden en los territorios palestinos
La policía de Beirut reprimió con gases lacrimógenos una marcha ante la embajada de EE.UU. Hubo manifestaciones en Belén y Hebrón.
La ola de violencia que azota Oriente Medio tras la decisión de Estados Unidos de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel continuó este domingo por cuarto día consecutivo. En Jerusalén, en medio de disturbios, un guardia de seguridad fue apuñalado por un joven palestino en la Estación Central de autobuses y su estado era de extrema gravedad. En Beirut, en tanto, miles de libaneses chocaron con la policía ante la embajada estadounidense. Los uniformados reprimieron la protesta con gases lacrimógenos y carros hidrantes, en un ambiente de marcada tensión.
Las protestas también recrudecieron en varias ciudades de la región, en especial en Belén y Hebrón. Mientras el grupo islámico Hamas volvió a convocar a "una nueva Intifada", la prensa israelí informó que ya son cuatro los muertos desde que estallaron las protestas el miércoles y que los heridos sumaban 1.250 personas. De ese total, 150 fueron alcanzadas por "municiones reales".
En Beirut, la Policía libanesa reprimió con gases lacrimógenos y grandes chorros de agua a los miles de manifestantes que protestaban en las cercanías de la Embajada de Estados Unidos en contra del reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel. La población lanzó botellas y prendió fuego a neumáticos y contenedores de basura en la zona de Aukar, próxima a la sede diplomática.
El responsable de la Cruz Roja Libanesa, Georges Ketaneh, informó que siete personas habían sido trasladadas al hospital mientras que otras 42 fueron atendidas en el lugar de la manifestación, que concluyó al mediodía después de varias horas de tensión entre los asistentes y los uniformados libaneses.
Los palestinos rechazan la medida anunciada el miércoles pasado por el presidente estadounidense Donald Trump porque la consideran el reconocimiento de la soberanía israelí sobre la ciudad santa, incluida la parte Este ocupada, que ellos reivindican como capital de su futuro Estado. Israel ocupó Jerusalén Este en 1967 y, tras su anexión en 1980, la ONU llamó a la comunidad internacional a retirar sus legaciones de la Ciudad Santa. El sábado, bombardeos israelíes sobre la Franja de Gaza dejaron dos palestinos muertos, que se suman a otros dos fallecidos el viernes en choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad.