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GIRA POR ASIA

Francisco reclamó medidas decisivas en ayuda de los refugiados rohingya

El Pontífice argentino hizo el pedido a la comunidad internacional para solucionar el tremendo desastre humanitario.

La persecución de la minoría étnica musulmana rohingya por los birmanos sigue dominando ampliamente la gira asiática del Papa, que ayer ante el presidente de Bangladesh agradeció a ese país “la generosidad” al recibir a los refugiados “llegados en masa” al país “desde el estado birmano de Rakhine”. Francisco llegó ayer a Dacca, capital de Bangladesh, desde la vecina Birmania, donde fue obligado a no mencionar por su nombre a los rohingya ni poder verlos.
El Pontífice argentino pidió a la comunidad internacional “medidas decisivas” para contener y resolver, lo que en los medios mundiales se considera el peor desastre humanitario en Asia en los últimos decenios.
El hombre fuerte de los militares, el general Ming Aun Hlaing, se presentó, acompañado de otros cuatro jefes de las fuerzas armadas, el lunes ante el Pontífice en la sede arzobispal, apenas Jorge Bergoglio llegó a Rangún desde Roma. Hlaing dijo que en su país no hubo ni persecución ni discriminación a ninguna minoría.
Pero el portavoz del Pontífice, Greg Burke, dijo que la visita sorprendió al Papa, que esperaba verlo dos días después, dando prioridad al primer encuentro institucional, que debía realizarse el martes con el presidente de la República y la líder de facto del gobierno, Aung San Suu Kyi. Esta confirmación de fuente papal demostró las tensiones que vivió el Pontífice en su visita apostólica a Myanmar (actual nombre de Birmania), que el gesto del general Hlaing llevó al borde de un escándalo diplomático al forzar su encuentro el lunes con el Papa argentino.
El general Hlaing y los militares son considerados los principales autores de la “limpieza étnica de manual” con el apoyo de la mayoría de la población birmana, en un 90% de religión budista. El presidente de Bangladesh, que estaba junto con el Pontífice en Dacca, elogió a Francisco por levantar su voz “ante la brutalidad” contra los rohingya en Birmania. “La muy loable posición de su santidad nos da esperanzas para una resolución de la crisis”, dijo el presidente Abdul Hamid.
El jefe de Estado de Bangladesh recordó que su gobierno “dio reparo a un millón de rohingyas expulsados del estado de Rakhine” y evocó las terribles persecuciones que sufrieron en Birmania. “Miles de ellos, incluyendo mujeres y niños fueron brutalmente asesinados y miles de mujeres violadas”, afirmó Hamid. El presidente destacó que los perseguidos huyeron a Bangladesh “para escapar a las atrocidades perpetradas por el ejército en Birmania”.
El Papa reclamó en su intervención, en la que no mencionó específicamente por su nombre a los rohingyas, que las Naciones Unidas, los países y los grupos humanitarios ofrezcan inmediata ayuda a los refugiados birmanos que viven en condiciones pésimas en los campamentos abiertos por Bangladesh. Se estima que desde agosto han llegado a este país unos 700 mil rohingyas huyendo de la represión en Birmania, que siguen arribando.

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