El Papa Francisco llegó ayer a Rangún, la ex capital y principal ciudad de Myanmar, la ex Birmania, en una difícil visita de una semana a este país y al vecino Bangladesh, marcada por la despiadada represión que han sufrido 650 mil miembros de la minoría musulmana rohingya por parte del régimen birmano. En ese contexto, a Francisco le pidieron que no mencione la palabra “rohingya”, que ha causado centenares de muertos y una gran devastación. Una buena parte de los rohingyas huyeron a Bangladesh, donde el Papa los encontrará en los últimos días de su gira apostólica.
El odio de la mayoría budista es tan grande que el cardenal Maung Bo también pidió al Papa que no mencione por su nombre a los rohingyas (aunque el Papa ya los nombró y proclamó su solidaridad con ellos llamándolos “hermanos” en medio de la represión militar, desde el Vaticano) y los indique sólo como “la minoría musulmana del estado de Rakáin”.
En el aeropuerto de la capital económica birmana, en medio de un fuerte dispositivo de seguridad, Jorge Bergoglio fue saludado por un grupo de niños que ondeaban banderas de Birmania y el Vaticano y que estaban vestidos con una camiseta impresa con la efigie del Papa, según informó la agencia EFE.
Estaban presentes también grupos de diferentes etnias con sus ropas típicas, que le dedicaron bailes y cánticos tradicionales.
De los 50 millones de habitantes de la ex Birmania, el 90% es de fe budista. Los católicos son una pequeña minoría de 600 mil fieles.
Se trata de la primera visita de un Papa a Myanmar, que inauguró en mayo último sus relaciones diplomáticas con la Santa Sede, cuando la líder del gobierno y premio Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi visitó a Jorge Bergoglio en el Vaticano.
El Pontífice argentino se trasladó después desde el aeropuerto a la sede del arzobispado local donde se alojará, saludando a los fieles congregados a lo largo de la ruta.
Como no ha sido construida aún la nunciatura apostólica (embajada de la Santa Sede), el Papa residirá durante su estadía en tierra birmana en la sede del cardenal arzobispo Charles Maung Bo, primer purpurado en la historia birmana, que fue creado por Francisco.
Se esperaba que el Papa desde el aeropuerto de Rangún tomara otro avión hasta Naipyidó, la capital del país, pero Jorge Bergoglio recién iniciará su programa público hoy, cuando viajará por vía aérea a la capital para recibir la bienvenida oficial del presidente Htin Kyaw y de la señora San Suu Kyi, el premio Nobel de la Paz por su lucha por los derechos humanos contra el régimen militar, que se ha desprestigiado por el silencio y tácito apoyo a la represión de los rohingyas.
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