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Robert Mugabe se aferra al poder y se niega a renunciar.
CRISIS EN ZIMBABWE

Masivo pedido de renuncia a Mugabe

Miles de zimbabuenses salieron ayer sábado a la calle en Harare para pedir la renuncia del presidente Robert Mugabe, abandonado poco a poco por sus más fieles aliados, en una movilización apoyada por el ejército, que esta semana tomó el control del país.
La protesta anti-Mugabe cierra una semana de crisis política sin precedentes en Zimbabwe, donde las Fuerzas Armadas pusieron bajo arresto domiciliario al jefe de Estado, de 93 años, en el poder desde 1980.
La intervención del ejército representa un giro en el largo reinado de Mugabe, marcado por la represión de cualquier oposición y una grave crisis económica.
 "Demasiado es demasiado, Mugabe tiene que irse" y "Descansa en paz Mugabe" se podía leer en las pancartas que enarbolaron los manifestantes, una parte de los cuales se dirigió hacia el palacio presidencial, en el centro de la capital.
Tras la masiva protesta, la televisión estatal anunció que Mugabe se reunirá el domingo con los jefes del ejército en un intento de poner fin a la crisis.
Por su parte, fuentes del partido gubernamental ZANU-PF informaron que mantendrán una reunión ese mismo día para discutir del cese de Mugabe como presidente el país y líder del partido.
El decano de los jefes de Estado en activo está cada vez más aislado, después de que sus más fieles aliados lo hayan ido abandonando: después del ejército y de los veteranos de la guerra de la independencia, fueron las secciones regionales del ZANU-PF las que pidieron el viernes que dimitiera.
La protesta del sábado fue organizada por los veteranos de guerra -ineludibles actores de la vida política del país- y movimientos de la sociedad civil, entre ellos el grupo ThisFlag del pastor Ewan Mawarire, una de las figuras clave del movimiento anti-Mugabe reprimido en 2016 por las fuerzas de seguridad.

Sin violencia
En la madrugada del miércoles, el ejército intervino -sin derramar sangre- en Harare en apoyo a Emmerson Mnangagwa, el vicepresidente destituido por Mugabe una semana antes. El ejército puso en arresto domiciliario al presidente, aunque estaba autorizado a hacer algunos desplazamientos.
El viernes hizo su primera aparición pública desde el golpe de Estado, en una ceremonia de entrega de diplomas universitarios en la capital. No hizo ningún discurso y a ratos cabeceaba, como suele hacerlo en público, sentado en un inmenso sillón de madera y cuero.
Al autorizarlo a salir de la residencia presidencial, el ejército quiso demostrar que lo trataba "con dignidad y respeto", antes de encontrar una solución a la crisis política, explicó Anthoni van Nieuwkerk, profesor de ciencias política en la universidad de Witwatersrand, en Johannesburgo. Por el momento, las discusiones no avanzan y el presidente se aferra al poder.

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