Al menos 20 personas muertas y más de 24 heridos tras un tiroteo registrado ayer en una iglesia de Sutherland Spring, una pequeña localidad ubicada cerca de San Antonio (Texas), según las autoridades locales citadas por CNN.
El comisionado del condado, Wilson Albert Gamez, elevó la cifra de fallecidos a 27 aunque este extremo no está confirmado de manera oficial. El atacante, un varón, según varios testigos, está muerto y la zona es segura, según las fuerzas de seguridad desplazadas al lugar de los hechos. Aún se desconocen los motivos del ataque.
La tragedia comenzó en torno al mediodía. Durante la celebración de la misa, un hombre entró en la primera iglesia baptista de Sutherland Springs y abrió fuego indiscriminadamente, según ha narrado un testigo a la cadena estadounidense CNN.
Los vecinos escucharon al menos 20 disparos. En la eucaristía participaban unas 50 personas de los 683 habitantes del pueblo. Tras la masacre, el sospechoso, del que aún se desconoce la identidad, se escapó en un vehículo. Tras una persecución por patrullas policiales el atacante murió, aunque se desconoce si se quitó la vida o fue abatido por los agentes.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recién aterrizado en Japón para su gira asiática, escribió en Twitter que está al tanto de la situación. “Que Dios bendiga a la gente de Sutherland Springs”. Además de las autoridades locales, el FBI se ha trasladado a la zona del incidente para asistir en la investigación.
A los pocos minutos de los disparos, vecinos y familiares de las víctimas se acercaron rápidamente a los alrededores del centro religioso ante la llegada de numerosos vehículos de la policía local y estatal. Carrie Matula, una testigo, explicó a NBC que los disparos procedían de un arma semiautomática. “Es una comunidad pequeña así que todo el mundo tenía mucha curiosidad sobre qué estaba pasando. Yo me encontraba a 45 metros de la iglesia”, afirmó.
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