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Miles de españoles pidieron por la unidad de España.
INCERTIDUMBRE EN ESPAÑA

Masivas marchas por la unidad

En todo el territorio ibérico se realizaron manifestaciones en contra del separatismo y a favor de diálogo con Cataluña.

Decenas de miles de personas participaron ayer sábado en manifestaciones en toda España en respuesta a la crisis catalana, bien reclamando la unidad nacional o el diálogo entre el gobierno español y el catalán.
En la enorme plaza Colón de Madrid, presidida en su centro por una bandera española de 50 metros, una multitud con banderas españolas, en mástiles o anudadas como pañuelo, coreó lemas como "Cataluña es España, no nos engañan", "Puigdemont, a prisión" -en alusión a Carles Puigdemont, el presidente de la región- y "Con golpistas, no se dialoga".
La manifestación fue convocada por la Fundación DENAES, "para la defensa de la Nación Española", cuyo portavoz, Iván Espinosa, explicó que "hemos estado 40 años cediendo terreno al nacionalismo, a cambio el patriotismo parecía olvidado, parecía una cosa de extremistas, de otra época. El nuestro no es un patriotismo anticatalán, surge en defensa y reacción a un movimiento excluyente".
Según la Delegación del Gobierno, 50.000 personas participaron en la manifestación, en la que asomó alguna bandera franquista y abundaron camisetas de la selección española.
Rocío Villanueva, una madrileña de 30 años, dijo estar ahí para "mostrar la unidad de España". "Me da pena todo lo que está pasando, y me da pena de que los catalanes sientan que necesitan independizarse porque España les ha tratado bien", sostuvo.
"Estoy aquí porque no quiero que me pongan un muro de Berlín para ir adonde tengo a mis muertos y mi familia", dijo Octavi Puig, de 62 años, un jubilado catalán que vive en Madrid.

¿Hablamos sin banderas? 
Un poco más abajo, en La Cibeles, frente al ayuntamiento de Madrid, se manifestaron miles de personas convocadas por el movimiento cívico Hablemos/Parlem (hablemos en catalán), recientemente creado a partir de las redes sociales, que defiende el diálogo para resolver la crisis y apela a manifestarse de blanco, sin lemas ni banderas.
Lo mismo ocurrió ante los ayuntamientos de Barcelona y otras localidades españolas como Zaragoza, San Sebastián, Bilbao, Vitoria, Palma de Mallorca, Valladolid  o Pamplona.
La capital de Mallorca fue precisamente la única otra ciudad donde coincidieron manifestaciones a favor de la unidad de España y las de Hablemos. En la primera, la policía tuvo que interponerse entre los manifestantes y el pequeño puesto que tiene normalmente una asociación procatalana.
"Se ha aumentado mucho la tensión y la violencia. Cada vez va a peor. Da mucho miedo tanta violencia. Se he generado mucho miedo y eso es peligroso", dijo Yurena Díaz, una médico de 36 años que participó en la protesta de Hablemos en Madrid.
En la plaza Sant Jaume de Barcelona, presidida, frente a frente, por el ayuntamiento y el palacio de la Generalitat -el gobierno catalán-, también se reunieron, convocadas por Hablemos, cientos de personas en defensa de una solución pactada.
"Vivimos con mucha tensión, nuestras vidas están embargadas por todo esto, no sabemos qué hacer con nuestro dinero ni con nuestros empleos, no sabemos qué va a pasar", dijo Alicia Doménec, profesora universitaria catalana de 39 años, que iba con su hijo de 3. "La tensión social no se puede negar, hay ruptura, hay fractura, hay insultos, hay negación del otro", añadió, en referencia a un debate que divide a la sociedad catalana a partes iguales.
Las manifestaciones se producen en un contexto de presión a Puigdemont para que abandone su proyecto de declarar unilateralmente la independencia, con la salida de la región de compañías emblemáticas como CaixaBank, Gas Natural o Banco Sabadell.
El gobierno de Mariano Rajoy se niega a aceptar el diálogo, o una mediación, alegando que Puigdemont vulneró la legalidad al organizar el referéndum de independencia, reprimido finalmente por la policía, y éste no da signos de renunciar a su objetivo.

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