España vivió las horas de mayor tensión política en décadas debido a los violentos incidentes registrados en Cataluña -el Gobierno local denunció más de 750 heridos- cuando la policía intentó impedir el voto en el referéndum soberanista pese a la suspensión del Tribunal Constitucional.
El “Govern” catalán de Carles Puigdemont informó que fueron 761 los “heridos y contusionados”, algunos de gravedad, y consideró que “todos los daños materiales y personales son responsabilidad exclusiva” del conservador Mariano Rajoy y su Gobierno. El Ministerio de Interior español habló además de 12 agentes heridos.
“Lo que está haciendo la policía es un auténtico escándalo, una salvajada. El Estado español se ha puesto en una situación muy compleja ante el mundo”, acusó el portavoz del Gobierno catalán, Jordi Turull, que pronosticó “millones” de votos pese a ello y auguró un recuento “largo”.
Gobierno catalán abrió las puertas a la secesión
Carles Puigdemont abrió ayer las puertas a que la región declare la independencia de forma unilateral los próximos días tras el polémico referéndum soberanista que este domingo acabó con cientos de heridos en enfrentamientos con la Policía española.
“Con esta jornada de esperanza y también de sufrimiento, los ciudadanos de Cataluña nos hemos ganado el derecho a tener un Estado independiente que se constituya en forma de república”, dijo en una declaración institucional al cierre de una de las jornadas más turbulentas en la historia reciente de España.
El líder independentista se comprometió a trasladar “los próximos días” al Parlamento catalán los resultados de la consulta celebrada ayer “para que actúe de acuerdo con aquello previsto en la Ley de Referéndum”, finalizó.
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