La policía británica detuvo ayer sábado a un hombre de 18 años en el puerto de Dover (sureste) y pocas horas después allanó una casa a unos 20 kilómetros de Londres, como parte de sus investigaciones sobre el atentado en una estación de metro de la capital.
"Hemos hecho una detención importante en nuestra investigación ", anunció Neil Basu, un responsable de las unidades antiterroristas de la policía, citado en el comunicado. La policía del condado de Kent, en el sureste de Inglaterra, detuvo al sospechoso, de 18 años, "en la zona portuaria de Dover" en relación con actos "terroristas", precisó la policía.
El joven se hallaba en detención preventiva en un puesto de policía local, a la espera de su trasladado "a Londres más tarde", el mismo día, indicó la ministra de Interior, Amber Rudd, en un mensaje televisado y retransmitido al término de una reunión de emergencia del Gobierno.
La ministra consideró que era "demasiado pronto" para decir si el sospechoso era conocido de las autoridades británicas, como afirmó Donald Trump en Twitter. Las declaraciones del presidente estadounidense molestaron a la primera ministra británica, Theresa May, que replicó instándole a no "especular sobre una investigación en curso".
Ningún otro arresto
A primera hora de la tarde, la policía allanó un domicilio de un barrio residencial de Sunbury-on-Thames, a unos 20 kilómetros al suroeste de Londres. Se evacuó el lugar y las viviendas de los alrededores y se estableció un cordón policial en un radio de 100 metros. "No se ha efectuado ningún otro arresto", subrayó la policía.
El atentado -el quinto en seis meses en Reino Unido- ocurrió el viernes en un vagón de metro en hora punta, en la estación de Parsons Green, situada en un barrio acomodado del suroeste de Londres.
Ante el temor a otro ataque "inminente", las autoridades británicas subieron el viernes, por segunda vez en unos meses, el alerta terrorista de "grave" a "crítico", su nivel máximo. "Aunque estemos satisfechos con los avances conseguidos, la investigación sigue adelante y el nivel de amenaza sigue siendo crítico", declaró Neil Basu en el comunicado.
El acto, realizado con un artefacto de fabricación casera y calificado de "terrorista" por la policía, fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
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