La policía del Reino Unido buscaba ayer a posibles cómplices de un joven británico de 22 años que la noche del lunes se inmoló con una bomba durante un recital de la cantante Ariana Grande lleno de niños y adolescentes en la ciudad inglesa de Manchester, en un ataque que dejó 22 muertos, entre ellos una chica de ocho años.
El grupo islamista radical Estado islámico (EI) se atribuyó hoy el ataque en el estadio Manchester Arena al término del recital de la cantante pop estadounidense, que dejó además 59 heridos; pero fuentes de seguridad británicas dijeron que no podían confirmar la veracidad de la reivindicación.
La policía allanó hoy dos domicilios en el norte de Inglaterra y detuvo a un hombre de 23 años en un tercer sitio en relación con el atentado, el más mortífero en el país desde los ataques de Al Qaeda a la red de transporte de Londres del 7 de julio de 2005, que dejaron 56 muertos, entre ellos cuatro atacantes suicidas.
La primera ministra británica, Theresa May, y la policía de Manchester dijeron que el autor del atentado murió en el Manchester Arena, un detalle que no fue incluido en la reivindicación del EI, que tenía además otras discrepancias con la versión de los hechos dada por las autoridades británicas.
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