El enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, indicó este lunes, un día antes del inicio de la sexta ronda de conversaciones indirectas en Ginebra entre Damasco y los rebeldes, que las "zonas seguras" acordadas en Astaná no podrán sostenerse "si no hay un horizonte político concreto, en una dirección u otra".
Mientras tanto, en una respuesta implícita al presidente de Siria, Bashar al Assad, quien el jueves afirmó ante la televisión bielorrusa que los encuentros de Ginebra eran solo "para los medios" y no producirían "nada sustancial", De Mistura resaltó este lunes en rueda de prensa que había una delegación oficial siria trabajando en la localidad suiza.
Al menos 23 personas perdieron la vida en tres presuntos raids de aviones de la alianza internacional contra la localidad de Al Bukamal, controlada por el grupo islamita Estado Islámico (EI) y en la frontera entre la provincia siria de Deir Ezzor e Irak.
Entre los muertos, hay al menos quince desplazados iraquíes y sirios procedentes de otras zonas que se encontraban en Al Bukamal.
La ONG no descartó que el número de muertos aumente porque entre los escombros hay decenas de heridos, algunos de ellos graves, y desaparecidos.
En la vecina provincia de Al Raqqa, al menos doce personas perecieron el domingo por la noche en un ataque similar contra el pueblo de Al Akirshi, al Este de la región.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan, por su parte, espera poder convencer hoy martes en Washington al presidente estadounidense, Donald Trump, de que no arme a las milicias kurdas en Siria.
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