En sigilo, y con la tarjeta de seguridad que le dio ingreso al exclusivo complejo de apartamentos, Bampumim Teixeira irrumpió sin que Richard Field y Lina Bolaños pudieran darse cuenta de que algo raro ocurría. La pareja -ambos reconocidos médicos de Boston- tenía la cabeza concentrada en otra cosa: habían invitado a cenar a un colega, pero habían cancelado la comida porque él no se sentía del todo bien. Al oír un extraño ruido y al percatarse de que un extraño había ingresado en la vivienda, Field envió un mensaje a un amigo en el que le advertía que alguien armado había entrado en su apartamento del piso 11 del lujoso complejo. Era demasiado tarde. Horas después, los cuerpos de ambos serían encontrados por un equipo Swat: estaban maniatados y habían sido degollados. Había sangre por todas las habitaciones. Teixeira cumplió además con un horrendo ritual: cortó las fotos de la pareja, las distribuyó por toda la propiedad y dejó un mensaje de retribución en la pared, según consignó el diario The Boston Globe.
El asesino escapó del edificio pero no logró esquivar el operativo policial montado en la avenida Dorchester. Fue herido, aunque no de gravedad, y detenido de inmediato bajo los cargos de doble homicidio. Al conocer sus antecedentes, los investigadores pudieron determinar que el sospechoso había estado en prisión hasta hacía muy poco por el intento de robo de un banco.
Los detectives tratan de determinar qué condujo a Teixeira hasta el apartamento de lujo de Field y Bolaños y cómo hizo para ingresar sin que nadie pudiera frenarlo. Familiares y amigos de la pareja indicaron que no había relación entre ambos. Sin embargo, la Policía -en estricto off the record- señaló lo contrario, aunque no dio mayores precisiones. Sin forzar absolutamente nada, el asesino consiguió entrar con las tarjetas de acceso y las llaves a cada rincón del complejo. Alguien debió darle esos pases.
BOSTON
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