Francia contiene la respiración este domingo mientras se desarrolla la primera vuelta de las elecciones presidenciales más impredecibles en décadas, que se celebrarán bajo estrecha vigilancia policial días después de un nuevo atentado.
Los comicios de este domingo se anuncian como los más reñidos de la historia reciente de Francia, con una carrera extremadamente ajustada entre cuatro de los once candidatos y un alto nivel de indecisión de los votantes. De hecho la cuarta parte de los electores se declaran indecisos y se prevé una abstención alta.
El centrista Emmanuel Macron y la líder de extrema derecha Marine Le Pen encabezan la intención de voto, pero el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon les pisan los talones.
La diferencia entre los cuatro aspirantes es tan corta que se encuentran dentro del margen de error de los sondeos, por lo que cualquiera de ellos podría clasificarse para la segunda vuelta del 7 de mayo.
La recta final de la campaña se vio sacudida por un atentado en la emblemática avenida de los Campos Elíseos de París.
CRUCIAL ELECCIÓN
Los franceses van a las urnas en un clima de incertidumbre
Los comicios de este domingo son los más reñidos de la historia reciente de ese país, con una carrera ajustada entre cuatro de los once candidatos.
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