El proyecto de este monasterio construido entre 1957 y 1960 se concibió desde una perspectiva interdisciplinaria: Le Corbusier trabajó en colaboración con el músico griego Iannis Xenakis y en su interior hay pinturas de artistas de gran importancia. El convento se debe a un sacerdote, el reverendo Couturier, quien convenció a los dominicanos de Lyon de contratar a Le Corbusier para construir en Eveux-sur-Arbresle, cerca de Lyon, el Convento de La Tourette, en un pequeño valle en medio de un bosque.
El edificio se organiza en torno a un patio interior. El monasterio, en forma de “C”, abraza a dicho patio y la iglesia, con forma de caja, cierra la “C”. Le Corbusier utiliza en esta obra sus cinco postulados básicos de la arquitectura moderna: pilotis, terraza-jardín, planta libre, ventanas corridas y fachada libre.
El edificio está realizado principalmente en concreto armado de acabado aparente y burdo. El sistema estructural consiste en losas, vigas, tabiques; caja de escaleras y columnas en concreto armado combinadas con muros de carga. En los espacios comunes, las paredes curvas fueron simplemente superpuestas sobre la planta, totalmente independientes de la estructura de las habitaciones privadas que se ubican en la planta superior.
En el diseño de la fachada, Xenakis recurrió al concepto del Modulor, consiguiendo un efecto asimétrico gracias a una progresión de rectángulos de diferentes anchos, buscando con ello la abstracción a partir de la línea recta y la repetición. La propuesta de Xenakis fue tan del agrado de Le Corbusier, que incluso la llegó a denominar como “El convento de Xenakis”. Los paneles de vidrio ubicados en las tres fachadas exteriores logran, “por primera vez, el sistema denominado: la superficie de vidrio ondulado" (que también se aplica a la Secretaría en Chandigarh)”, como se describe el edificio en las Obras completas de Le Corbusier.
El monasterio fue resuelto en dos niveles construidos sobre pilotis para dejar el paso libre por debajo del edificio hacia la colina que permite utilizar el espacio liberado para caminar y meditar. El conjunto monástico está compuesto de cien habitaciones para profesores y estudiantes, salas de estudio, una sala de trabajo y una para recreación, biblioteca, refectorio iglesia, claustro, sala capitular, aulas, comedor y cocina. En la última planta se encuentran las celdas de los monjes, con pequeñas aberturas hacia los corredores y la solemnidad de la vida monacal, y que se relacionan con los colores y la luz del paisaje.
El patio está cruzado por galerías acristaladas que comunican las zonas comunes del monasterio con la iglesia. A diferencia de los demás locales, la iglesia no descansa sobre pilotis, ya que es una especie de caja pura que se posa directamente sobre la ladera. Sus paredes interiores son sumamente gruesas, evocando la solidez de la arquitectura medieval. Están perforadas con aberturas horizontales cerradas con cristales de color que permiten la entrada de luz y otorgan al ambiente un halo espiritual.
El Convento de La Tourette forma parte de la lista del patrimonio de la humanidad de la UNESCO, además de otras 16 obra de Le Corbusier.
OBRAS EMBLEMÁTICAS
La Tourette: una de las maravillas de la arquitectura moderna
Considerada por historiadores y especialistas como una de las obras maestras de Le Corbusier, en el monasterio de La Tourette hay armonía espacial, color, luz y música.
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