ARQUITECTURA SUSTENTABLE

La madera sigue ganando terreno

En general, la mayoría de edificios probando los nuevos límites de la madera estructural suelen llevar al menos un núcleo de hormigón o de acero. En 5 King Street, se ha levantado el edificio utilizando paneles autoportantes de CLT.
La construcción con esta técnica genera menos contaminación acústica y es capaz de avanzar más rápido con menos operarios: en estas oficinas se pueden recortar 5 semanas de la planificación gracias a la selección de la madera frente a un sistema tradicional.
Además, sus características aislantes permiten ahorrar mucho en consumo y emisiones durante el ciclo de vida útil del edificio. Los paneles son polivalentes, sirven tanto para forjado como para muros, lo que simplifica en gran medida la gestión de la obra.
Tanto se simplifica que Nick Hewson lo describe como más parecido al ensamblado de las piezas de un mueble que a la construcción de un edificio. ¿Estamos cruzando esa línea? Las cosas se vuelven cada más tecnológicas y específicas, pero hay a la vez una tendencia hacia la estandarización y la prefabricación a niveles cada vez más extensos.
El crecimiento de la industria del CLT para construcción es exponencial, aunque aún se mantiene muy por detrás del hormigón y otros competidores.
Al parecer, una de las barreras más importantes de esta técnica constructiva es precisamente ese cambio de concepto: en lugar de ir solventando las dudas durante la ejecución, este sistema requiere una planificación exhaustiva de los tiempos y los suministros, puesto que un solo clavo menos puede repercutir en plazos, calidad y funcionamiento del edificio.
La recepción de material y el acopio según un orden y tiempo estrictos es básicamente el hilo del que penden todos los ahorros que se consiguen con esta técnica constructiva, y esto no encaja muy bien con las prácticas habituales (y no estamos hablando de España).
Está claro que la madera se está volviendo a hacer su hueco en el mercado por su naturaleza y porque los distintos tratamientos y procesos están mejorando en gran medida sus prestaciones.
No sabemos si Michael Green tendrá razón en todo lo que dice, peor desde luego tiene pinta de que hay mucha más gente que piensa como él.

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