Yésica Soledad Laval tiene 41 años y es dueña de Sol Deco.
Yésica Soledad Laval tiene 41 años y es dueña de Sol Deco.
HISTORIAS DE VIDA

De empleada doméstica a jefa de su propio emprendimiento artesanal

Yesica Soledad Laval tiene 41 años y es de Lincoln. Desde los 17 años se desempeñó trabajando en casa de familias, hasta que realizó un curso de cestería nórdica y se animó a montar su marca personal. Hoy, sueña con comprarse una máquina industrial para ampliar su producción y llegar a nuevos mercados.

Desde los 17 años, Yésica Soledad Laval trabajó en distintas casas de familia, hasta que, hace tres años se decidió a realizar un curso de cestería nórdica vía online con una profesora de Mendoza. Allí, descubrió el gusto por el trabajo artesanal y por los productos que realizaba. A su vez, cada vez le costaba más levantarse para ir a su trabajo como empleada doméstica y ya no estaba conforme con lo que hacía. Estaba por cumplir 40 años y sentía que estaba para otra cosa. “Me quedaba lejos, el pago no era bueno y estaba cansada. Por la mañana trabajaba de limpieza y por la tarde, cuidaba a los niños de la misma casa”, reconoció Yésica quien en agosto de 2023 se animó a crear “Sol Deco”, su propia marca. “Invertí en varios cursos y comencé a comprar los insumos, fui de a poco, primero con los platos de sitio, con cestas y luego fui ampliando a otros objetos. Me di cuenta que me gustaba mucho, por eso, me animé a emprender”. 

Así, nació este emprendimiento linqueño. A base de esfuerzo y esmero. “Mi marido Claudio y mis cuatro hijos, Daiana (23), Alan (21), Morena (19) y Paloma (13), me apoyaron desde el primer momento y me ayudaron a tomar la decisión”, afirmó Yésica y agregó “fui paso a paso hasta que después de una feria que se realizó en la Expo Rural fue furor, los pedidos crecían y me empecé a hacer cada vez más visible”. 

A partir de ese momento, se dio cuenta que debía ampliar en su variedad de productos y colores. Salir del tradicional crudo para apostar a otros más fuertes, como el rojo y el violeta. “No me quedé solamente en el plato de sitio, me fui ampliando también un poco acorde a lo que la gente me fue pidiendo”, sostuvo y añadió “empecé a confiar en lo que hago y en apostar a lo grande. Soy una persona que, a veces, le cuesta mucho confiar en sí misma, pero esta vez, me lo puse como meta y me animé”. 

El nombre de la marca

“Sol Deco”, nació de una mezcla de su segundo nombre, Soledad y de pensar que el sol sale para todos y que siempre llega el momento para hacer las cosas. Así, contó que hace tres años falleció su mamá, una férrea emprendedora de artesanías y ese duro golpe, la hizo reflexionar sobre la vida y de cómo debía seguir adelante. “El sol salió y acá estoy, emprendiendo en algo tan lindo como es cestería nórdica”, manifestó y agregó “hoy me siento feliz cuando veo la reacción de la gente al ver mis productos y con los halagos que recibo por la prolijidad y terminación de los mismos”. Así, contó que trabaja con hilos premium traídos desde Mendoza o algunos de Capital Federal, pero que prefiere trabajar con insumos de calidad, para no perder la presentación de los objetos. 

 

El mundo emprendedor

Yésica reconoció que las ferias de emprendedores que se realizan en Lincoln la ayudan muchísimo. Por un lado, para vender sus productos y hacerse cada vez más conocida y por el otro, para conectarse con nuevos emprendedores e intercambiar entre sí experiencias y conocimientos. “La verdad es un entorno muy bonito donde nos conocemos todos y damos a conocer nuestras cosas, nos halagamos mutuamente y nos apoyamos para seguir apostando”, aseguró y expresó que “mi sueño es armarme de algún lugar chiquito tipo showroom para poder vender y recibir gente todos los días”. Para eso, Laval dijo que le gustaría invertir en una máquina industrial para poder aumentar su producción y ahorrar tiempos. “La idea es mantener la calidad, pero subir el nivel de producción con una máquina mejor, porque con la doméstica que tengo hoy me lleva mucho más tiempo todo”, reconoció y concluyó “voy a seguir apostando a mi emprendimiento”.

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