En busca de alimentar sus golpeadas arcas, muchos municipios de la Región apuestan al alquiler de las banquinas de los caminos rurales para obtener así una nueva fuente de recaudación.
Se trata de una estrategia que en el caso de Junín, por ejemplo, no es nueva y representa un aporte más que importante, según palabras del secretario Legal y Técnico del gobierno de Pablo Petrecca, Adrián Feldman.
El funcionario explicó a Democracia que “por ley la provincia de Buenos Aires permite a los municipios hacer un aprovechamiento del uso de las banquinas, con un llamado a licitación que se publica en los medios de mayor circulación y en el Boletín Oficial y que habilita a los interesados en sembrar esos terrenos a presentarse y realizar su oferta”.
La norma le otorga prioridad al frentista que tiene su establecimiento puertas adentro de donde se encuentra cada banquina en cuestión, para que pueda realizar –si así lo desea- una extensión de su explotación agropecuaria.
“No manejo cifras que puedan dar una idea de qué proporción de dinero entra por esta actividad, pero tengo entendido que los dividendos son buenos”, expresó Feldman.
En el caso de Chacabuco, con una deuda que asciende a más de 60 millones de pesos, las cuentas “en rojo” y dificultades para pagar sueldos que se agudizan mes a mes, el intendente Víctor Aiola también acaba de poner en marcha el “operativo banquinas”.
A partir del próximo mes, sacará a licitación buena parte de las fracciones de suelo situadas a la vera de los caminos rurales para habilitar la explotación agrícola en esos terrenos.
Otro caso es el de General Viamonte, donde ya fue comunicado el llamado a licitación pública N°3/2016 para “Usufructo del uso de banquina en rutas y caminos provinciales y municipales del partido".
Cada vez más adherentes
El recurso, en rigor, viene siendo utilizado cada vez por más municipios del interior bonaerense, que deben apelar a la imaginación para alimentar las golpeadas arcas municipales, en un escenario donde el aumento o la creación de nuevas tasas ya no parece suficiente para cubrir el déficit financiero.
El “alquiler” de banquinas de los caminos fue autorizado en la Provincia en 1986, cuando se sancionó en la Legislatura una ley que habilitó a los municipios a dar permisos de uso a esos terrenos a favor de terceros para la siembra de cereales, oleaginosas y similares, forrajes, granos varios, pasturas y toda otra explotación agrícola.
Luego, en 2008, el ex gobernador Daniel Scioli reglamentó la norma por decreto, lo que habilitó en los hechos a los municipios a salir a licitar lo que se calcula son 170.000 hectáreas lindantes con los caminos rurales. Los intendentes desde entonces pueden arrendar a particulares la porción de terreno que va desde la línea de los alambrados de los campos hasta una línea que respete dos metros desde el borde de las rutas.
Desde entonces, han sido varios los municipios que, con el aval de esa legislación, comenzaron a implementar mecanismos para sacar a licitación esos terrenos. Desde la Provincia no hay datos precisos sobre el número de comunas que hacen uso de este recurso. Es que si bien está contemplado que los municipios firmen un acta de convenio con la dirección de Vialidad, no siempre se cumplen estos pasos.
“En el Concejo Deliberante se sancionó una ordenanza recientemente que nos habilita a salir a licitar la explotación de las banquinas, por lo que ya iniciamos el proceso”, explicó el chacabuquense Aiola. “Lo decidimos después de analizar distintas opciones para mejorar las cuentas del municipio, que recibimos con enormes dificultades financieras -agregó-. Tenemos una deuda heredada de las gestiones anteriores de unos 60 millones de pesos y dificultades enormes para pagar sueldos a una planta de empleados”.
Aiola dijo que todavía no tienen el cálculo preciso de cuántas hectáreas se licitarán ni de qué ingresos esperan obtener con este recurso. “En el distrito hay unos 2 mil kilómetros de caminos rurales con banquinas anchas”, apuntó.
En rigor, en Chacabuco los terrenos ubicados entre los caminos y los alambrados ya están siendo explotados, básicamente con la siembra de soja, por los productores dueños de los campos. “Lo están haciendo de forma irregular. Por eso ahora los convocamos para que regularicen la situación. De todas formas, van a tener prioridad si se quieren presentar a la licitación”, explicó.
En caso de que la compulsa de ofertas quede desierta, la ordenanza habilita a los propios municipios a que se hagan cargo de la explotación.
Como en Chacabuco, otros distritos del centro y norte provincial, una de las regiones más favorables para la soja, vienen echando mano a la explotación de banquinas. En mayo, el municipio de Rojas llamó a licitación pública para la siembra de esos terrenos en los caminos rurales y rutas, entre las que destacan el viejo camino que comunica a Colón y la ruta 31, que va de Rojas a Salto.
Comunas como Leandro N. Alem. Nueve de Julio y Tandil, entre otras, han adoptado la misma modalidad.
LAS ALQUILAN PARA PLANTAR CEREALES O PASTURAS
Los municipios de la Región apuestan a licitar banquinas para subir los ingresos
Es un recurso al que se apela cada vez más para alimentar las golpeadas arcas comunales. Mientras que en Junín esa práctica se implementa desde hace una década , los municipios de Chacabuco, Viamonte y Rojas están lanzando las primeras licitaciones.
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