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OPINIÓN

Seguridad, ¿y si usamos las tasas?

Si algo me movilizó para entrar en el ruedo de la política local, es el tema inseguridad. El  que vivimos como vecinos, el miedo de los comerciantes,  la preocupación de los pequeños y medianos  industriales…
Y no es sólo dinero lo que se pueden llevar.
Se han perdido tanto los valores que pareciera que poco importa la vida del otro o las secuelas que quedan en las víctimas de episodios de inseguridad.
Haber padecido situaciones violentas, tanto en el ámbito familiar como comercial – que es mi fuente laboral y medio de vida – o los que han sufrido amigos y colegas -, hizo que me involucre activamente en la vida política de nuestra ciudad.
Como vecinos pagamos una tasa complementaria de seguridad  incorporada en la boleta de energía eléctrica y que llega a los domicilios particulares.
En el caso de los comerciantes vuelven a realizar el aporte por sus locales. Pero además, se suma  la tasa de inspección de seguridad e higiene. La que si bien es abonada no por el concepto de seguridad urbana, sí por las medidas de seguridad interiores de comercios e industrias.
Resulta costoso lo que cobra el municipio teniendo en cuenta que  no da retribución alguna.
Algo similar a lo que ocurre con el sector ruralista. Pagan una tasa complementaria de seguridad en función de las hectáreas de campo que poseen.
Indudablemente, no es poco el dinero que  ingresa a las arcas municipales para no tener eficiencia en los programas de seguridad que dicen emplear.
Este año el municipio por medio del presupuesto dispuso destinar a la secretaría de seguridad la suma de diecinueve millones de pesos ($ 19.000.000.-) de los cuales ya lleva gastado según la ejecución once millones de pesos ($11.000.000.-), sin embargo seguimos sacando la misma bolilla, la que nos sigue bochando en la materia.
Los comerciantes de nuestra ciudad, y tal como están dispuestos los sectores mercantiles,  vienen  solicitando algunas medidas que pueden ser un muy buen aporte en  materia de seguridad. La implementación de cámaras de seguridad, amén que ya muchos han invertido en ellas en forma particular, pero para tener resultados hay que unir las fuerzas.  O lo hacemos como hormigas aisladas siendo blanco fácil de los ataques – como en la actualidad-,  o dentro de un esquema serio y programático, donde todos sepamos qué hacer y para qué.
Los comercios, e industrias de junín, aportan por medio de la tasa de inspección de seguridad e higiene, mucho dinero. Tanto que  el municipio de junín percibió durante el año 2.014 $17.000.000.- la cual no tiene retribución alguna, por lo que tampoco debería llamarse tasa dado que debería existir relación entre lo que se cobra y lo que vuelve al  contribuyente como servicio. De lo contrario se transforma en un impuesto. Y a esto le sumamos que el municipio lo gasta como quiere por ser considerado de “libre disponibilidad”.
 para el municipio, la industria y el comercio son los socios perfectos. Pagan en función de las ganancias anuales pero no se les retribuye en nada.
Esto es, como en la perinola;  el “todos ponen” correspondería al sector productivo y el “toma todo” al municipio de los recursos que los comerciantes y los industriales le generan al municipio, y más por ser de libre disponibilidad, deberían tener un criterio y realizar un programa de corredores  de seguridad de monitoreo por medio de cámaras, en los corredores comerciales e industriales, solo basta con oír a los involucrados, con un centro de monitoreo que realmente sea funcional a la prevención del delito, con articulación efectiva desde el mismo centro operativo con las fuerzas de seguridad, con personal suficiente y capacitado para funcionar 24 hs, y estar presentes a la brevedad posible, no solo beneficia a la seguridad de los comercios e industrias, se integra a la sociedad en general.  Dicen que se hace, pero  hasta ahora es un reality sin rating, o sin eficacia.
La tasa inspección de seguridad e higiene, debería prestar un servicio, más allá de lo que dice su título, estableciendo así un sistema programático de control de plagas, que sería parte del servicio que podría brindarse, la libreta sanitaria también lleva costo. En definitiva retribución cero, por el sólo hecho de realizar una inspección, “porque te quiero te aporreo”, hay propuestas, hay recursos, me vuelvo a preguntar… ¿y si usamos las tasas? <

(*) Comerciante agropecuario. Precandidato a tercer concejal por Compromiso Federal.

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