Kicillof, durante la presentación de policías rurales en Baradero.
Kicillof, durante la presentación de policías rurales en Baradero.
DURANTE ESTE AÑO

Kicillof buscará cubrir las vacantes en la Corte

La idea oficial es avanzar con las designaciones. Dos mujeres candidatas, los reclamos de cada sector y la rosca con la oposición.

La rosca para cubrir las cuatro vacantes en la Suprema Corte, ya arrancó. En rigor, se retomó, porque hace algunos meses había un principio de acuerdo para avanzar con tres pliegos que al final no prosperó.  Según ese esquema original, la oposición se iba a quedar con uno de los cargos. Los dos restantes iban a parar a manos del oficialismo: uno para el kirchnerismo y el restante se dice, para el Frente Renovador de Sergio Massa. 

Eran tiempos en los que Massa se había hecho cargo del ministerio de Economía y su nombre sonaba fuerte para ser candidato presidencial, lo que finalmente ocurrió. El escenario puede que haya cambiado. En principio, porque ahora son cuatro las vacantes ya que se sumó la renuncia del ministro Luis Genoud a partir del 1 de junio. También, porque los tiempos políticos ya no son los mismos. Existe cierta tirantez entre el gobernador Axel Kicillof y Massa, chispazos que, por ejemplo, hace algún tiempo hicieron que los diputados renovadores decidieran no ir a una de las sesiones de la Cámara baja. 

Cerca del tigrense minimizan las diferencias. Por caso, aseguran que la idea original de que Malena Galmarini desembarque a la cabeza del Grupo Bapro no se concretó por decisión del Gobernador sino porque la esposa de Massa no querría por el momento ejercer un nuevo cargo público. 

En medio de los preparativos para recomenzar con más firmeza aquellas negociaciones, ahora el massismo insistirá con quedarse con uno de los sillones que estarán en juego. 

 

Cuatro casilleros 

Cerca de Kicillof la idea que impera es avanzar con la cobertura de las cuatro vacantes. Si bien no lo dicen abiertamente, el esquema de arranque es que el peronismo se quede con tres y la restante se la lleve la oposición. Preferentemente, el radicalismo. 

El debate develará hasta que punto llegan la afinidad, si es que aún la conservan, entre la UCR y el PRO para remar juntos en la negociación y reclamar un ministro de la Corte para cada sector. Esa tensión interna fue uno de los motivos por los que naufragó el acuerdo de mediados del año pasado. Los radicales se plantaron para quedarse con el cargo que ofrecía Kicillof y el PRO hizo lo propio. Sin acuerdo, al final no se avanzó en el Senado. 

Los radicales sostienen que les corresponde un lugar porque el PRO impulsó durante el gobierno de María Eugenia Vidal al actual ministro Sergio Torres. El partido liderado a nivel nacional por Mauricio Macri había propuesto el año pasado al camarista platense Andrés Soto. 

Del lado de la UCR parece caída la posibilidad de que la elegida sea la marplatense Marina Sánchez Herrero, de acuerdo a lo que señalan distintas fuentes. Los radicales deberán trabajar a destajo en la tarea de sintetizar un nombre en función de la interna que cruza al partido en la Provincia. 

Por el lado del oficialismo, más allá del reclamo del Frente Renovador, una de las pocas certezas es que pretende que al menos dos de los cuatro candidatos sean mujeres. En su momento se habló de Marisa Herrera. Cercana a Cristina Kirchner, fue quien defendió el proyecto de legalización del aborto. Hermana de la destacada bailarina Paloma Herrera, es doctora en Derecho e investigadora adjunta del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) especializada en temas de familia, infancia y adolescencia. 

En medio de los trascendidos sobre eventuales nombres, en algunas fuentes se decía que Kicillof podría impulsar a una académica cercana a su grupo político. En su momento circularon otros dos nombres que estaban impulsados por sectores del oficialismo. El de Daniel Carral, juez del Tribunal de Casación Penal, fue uno de ellos. También, el de Ana María Bourimborde, titular de la Cámara de Apelaciones. 

En el oficialismo surgen otros interrogantes. Por caso, cómo se dividirán los lugares vacantes para promover candidatos. El massismo ya anticipó que quiere un lugar. Se sabe que el Gobernador impulsará otros nombre. El espacio restante que queda ¿será para La Cámpora? ¿Terciarán intendentes del PJ para quedarse con un sillón? Ya lo hicieron cuando tocó el reparto para cubrir vacantes en el Tribunal de Cuentas y no se descarta que, aún con sus diferencias a cuestas, intenten impulsar un candidato. 

La renuncia del ministro Genoud para acogerse a los beneficios jubilatorios terminó por acelerar el proceso de cobertura de cargos. Es que la Corte se quedará a partir del 1 de junio con apenas 3 miembros de los 7 que debería tener. Así, para poder funcionar, deberá convocar en forma permanente a la presidenta del Tribunal de Casación, Florencia Budiño. 

En ese marco, los contactos subterráneos ya arrancaron. La idea oficial es que el proceso de designación se cumpla este año. El que viene será electoral y acordar designaciones de esta trascendencia se hará mucho más complejo.

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