Putin es recibido con honores por dos poderosas monarquías árabes aliadas de EE.UU.
TIENE UNA ORDEN DE ARRESTO

Putin es recibido con honores por dos poderosas monarquías árabes aliadas de EE.UU.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, emprendió ayer un viaje a Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU) con la esperanza de recabar apoyos en Medio Oriente de dos grandes productores de petróleo aliados con Estados Unidos, mientras continúa su guerra en Ucrania. Putin aterrizó en Abu Dhabi, la capital de EAU, una federación de siete reinos que ahora acoge la conferencia climática COP28 de Naciones Unidas. Era su primer viaje a la región desde antes de la pandemia  y la guerra. Putin enfrenta una orden de arresto de la Corte Penal Internacional relacionada con la guerra en Ucrania.

Ni Arabia Saudita ni EAU han firmado el tratado fundacional de la CPI, de modo que no tienen ninguna obligación de detener a Putin por la orden que le acusa de ser responsable del secuestro de niños de Ucrania durante su guerra contra el país. Putin evitó una cumbre en Sudáfrica por preocupaciones de que pudiera ser detenido a su llegada al país.

El jeque Abdullah bin Zayed Al Nahyan, ministro de Exteriores de EAU, recibió a Putin a su descenso del avión presidencial. Mientras llegaba al palacio de Qasr al-Watan de Abu Dhabi para reunirse con el jeque Mohammed bin Zayed Al Nahyan, el gobernante del país, la unidad acrobática militar emiratí volaba en formación y dejaba una estela roja, blanca y azul, los colores de la bandera rusa. Soldados a caballo y con camellos flanqueaban su ruta, y en las farolas ondeaban banderas rusas y emiratíes.

El despliegue en EAU, que tiene en Estados Unidos su mayor socio de seguridad, subrayaba los crecientes lazos comerciales con Rusia, que se han disparado desde que Occidente impuso duras sanciones comerciales sobre Moscú.

Ucranianos que habían acudido al evento climático expresaron su indignación por la presencia de Putin al mismo tiempo que, afirmaron, cometía crímenes medioambientales en su país.

“Es muy perturbador ver cómo trata el mundo a los criminales de guerra, porque eso es lo que es, en mi opinión”, dijo, entre lágrimas, Marharyta Bohdanova, trabajadora del pabellón de Ucrania en la cumbre climática COP28 de Naciones Unidas. “Ver cómo la gente deja que gente como él entre en los actos importantes (...) tratándolo como a un invitado querido, es muy hipócrita en mi opinión”.

El personal en el pabellón ruso en la cumbre declinó hablar con The Associated Press.

La última visita de Putin a EAU fue en 2019, cuando recibió una cálida bienvenida del jeque Mohammed, entonces heredero al trono. Pero el mundo ha cambiado mucho desde entonces.

El presidente ruso se aisló durante la pandemia del coronavirus. En febrero de 2022 emprendió una invasión en Ucrania, una guerra de desgaste que continúa hoy y que ha sido un tema expresado por los diplomáticos ucranianos en las negociaciones de la COP28.

Entre tanto, la guerra entre Israel y Hamás sigue siendo una gran preocupación para Medio Oriente, en especial EAU, que llegó a un acuerdo diplomático para reconocer a Israel en 2020. Además, los recientes ataques de rebeldes hutíes yemeníes con apoyo iraní amenazan la navegación comercial en el Mar Rojo mientras el programa nuclear iraní sigue su rápido avance desde el colapso del acuerdo nuclear de 2016.

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