Geert Wilders, líder del partido por la libertad, con simpatizantes en La Haya.
Geert Wilders, líder del partido por la libertad, con simpatizantes en La Haya.
PROPONE SALIRSE DE LA UNIÓN EUROPEA

Sacudón en Países Bajos: la ultraderecha gana las elecciones legislativas

El partido neerlandés de extrema derecha anti islámico de Geert Wilders ganó las elecciones legislativas de ayer en Países Bajos, según los sondeos a boca de urna, lo que supondría un sismo político que se sentiría mucho más allá de las fronteras del país. 

El Partido por la Libertad (PVV) obtendría 35 bancas en el Parlamento según el sondeo de Ipsos, ganando cómodo las elecciones sobre la alianza de izquierda de Frans Timmermans, con 26 escaños, y el bloque de centroderecha, con 23. 

Europa siguió de cerca estas elecciones anticipadas, ya que Mark Rutte, cuya renuncia como primer ministro desencadenó los comicios, desempeñó un destacado papel en cuestiones que van desde el rescate de la zona euro -en la que su posición austera lo ponía a menudo en desacuerdo con los países del sur de Europa- hasta la guerra en Ucrania. 

“Los neerlandeses esperan que el pueblo pueda recuperar su país y que vigilemos que el tsunami de solicitantes de asilo e inmigración se reduzca”, declaró Wilders anoche a sus entusiastas partidarios en La Haya. Si se confirma en los resultados finales, la victoria de Wilders supondrá un brusco giro a la derecha que Bruselas acogerá con recelo, ya que el PVV prometió un referéndum sobre la permanencia de Países Bajos en la Unión Europea. “Puede que no sea lo que buscan otros partidos en Europa o en otros países, pero bueno, así es la democracia”, declaró el político de 60 años tras depositar su voto. 

Su mensaje antinmigración, que incluye el cierre de fronteras y la deportación de inmigrantes ilegales, parece haber calado hondo entre los votantes neerlandeses. Pero aunque Wilders parece imponerse en las encuestas, no está claro si podrá reunir el apoyo necesario para formar una coalición lo suficientemente amplia para formar un gobierno viable. 

Los líderes de los otros tres principales partidos declararon que no formarían parte de una coalición liderada por el PVV. Para la formación del último gobierno se necesitó el récord de 271 días. Y por ahora, la incertidumbre es total. 

Lucha “por la libertad” 

Geert Wilders y su melena oxigenada forman parte del paisaje político neerlandés desde hace décadas, en el que construyó su carrera sobre una cruzada contra lo que él llama una “invasión islámica” de Occidente. 

Ni sus encontronazos con la justicia neerlandesa, que lo declaró culpable de insultar a los marroquíes -a quienes llamó “escoria”-, ni las amenazas de muerte, que le mantienen bajo protección policial desde 2004, le desanimaron. “No me arrepiento de haber luchado por la libertad”, declaró Wilders en una entrevista en vísperas de las elecciones de 2021. Wilders buscó recientemente pulir su imagen, suavizando algunas de sus posiciones más sensibles. 

En especial, afirmó que hay “problemas más graves” que reducir el número de demandantes de asilo y que podría dejar de lado algunas de sus posiciones antislam, prometiendo centrarse más en “la seguridad y la sanidad”. Ante la prensa en La Haya tras haber votado dijo que sería un primer ministro para “todos en Países Bajos, sin importar la religión, el origen o el sexo”. 

El manifiesto del PVV conservó sin embargo su característico tono xenófobo. “Los solicitantes de asilo disfrutan de deliciosos buffets gratuitos en los cruceros, mientras que las familias neerlandesas tienen que recortar sus compras”, rezaba el documento. 

Las medidas antinmigración propuestas incluyen el restablecimiento de los controles fronterizos neerlandeses, la detención y deportación de los inmigrantes ilegales, y la devolución de los solicitantes de asilo sirios.

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